Utilizando
materiales como la madera (en diversas texturas y tratamientos), la pintura
blanca de paredes y techo, con leves toques de color, se habilita un local para
uso de zapatería resolviendo decorativa y funcionalmente los condicionantes
estructurales que plantea.
El
pilar de la estructura que ocupa el centro del local se integra en el
tratamiento general disponiendo a su alrededor la zona de asiento para probarse
los zapatos.
El
resto del espacio queda libre para colocar el mobiliario necesario: el mostrador
al fondo y las estanterías laterales. Con la utilización de pocos materiales
combinados cromáticamente y la predominancia del blanco se consigue una
amplitud interior en un espacio reducido, impregnado de una intencionada elegancia, como fondo de los productos que se
ofrecen.
(En
colaboración con Estudios Arriaga).
Promotor
privado (1990).