El
espacio interior de doble altura articula el conjunto de piezas en torno al
salón comedor. A partir de él la casa se abre al exterior por medio de un
porche, que establece la transición de dentro hacia fuera y viceversa.
Una
cubierta a dos aguas unifica la edificación, potenciando su carácter con el uso
de la madera vista, tanto en el interior como en el exterior.
El
contrapunto a la horizontalidad lo da la chimenea exenta, en ladrillo caravista
al igual que el resto de fachadas, como un elemento más de la composición
general.
Planta
Baja
Detalle
del porche
Promotor
privado (1994).